Hola y bienvenidos a una nueva entrada en el blog!! Hoy os traigo una serie de fotos recién salidas del editor de fotos. Hace unas semanas estuvimos por el Jardín de la Isla con la cámara paseando y deleitándonos con tal excelente lugar.
Caminábamos buscando sombra y rincones mágicos que poder capturar, la verdad que no hacía tanto calor como está haciendo esta semana…
Tengo que decir que no lo recorrimos entero, ya que era un paseo pequeño y tranquilo, y estás cosas es mejor verlas con mucha tranquilidad y así poder disfrutarlas mejor. Recorrimos el borde Del Río verde, buscando curiosidades o algún pequeño animal que poder retratar en su tranquilidad, pero no fue posible. Seguíamos caminando por el río hasta que los mosquitos nos obligaron a cambiar la ruta, ya se hacía insostenible.
Nuestra nueva ruta nos llevó hasta la Fuente del Niño de la Espina, me llamó mucho la atención la fuente con un niño quitándose una espina del pie. Allí nos sentamos un rato en el banco y yo saque la cámara para probar un rato, mi pareja me comentó que es de las fuentes más fotografiadas de Aranjuez y del Jardín pero por un par de fotos más no va a pasar nada y decidí cogerla desde varios puntos, como os muestro en las fotos. Mis fotos nunca suelen ser planificaciones medidas con Photopills y absoluta precisión, yo soy muy de sacar la cámara y disparar. Ese primer disparo me va diciendo que quiero coger, de ahí voy probando diferentes planos, hasta que encuentro el que más me gusta. En este caso quería una toma que pareciera que le estoy espiando, es un tipo de foto que me gusta mucho.
Los ajustes serían, 1/800 s, 320 de ISO, y a f/2.8.
La toma fue realizada sin trípode, pocas veces lo suelo llevar y si llevo algo para apoyarme siempre es el mono pie, ocupa poco para que no moleste en un paseo largo o en una sesión improvisada como este caso, que era paseo medio y sin ir excesivamente cargados. Como te pongas a llevar trastos de fotografía no terminas y eso para pasear no lo recomiendo.
La estatua está documentada en Roma desde el siglo XII y fue donada a la ciudad por Sixto IV en 1471, permaneciendo en el Palacio de Letrán.
A lo largo del Renacimiento fue una de las estatuas antiguas más admiradas y copiadas. En esa época probablemente nació la leyenda del pastorcillo romano Cneo Marcio, encargado de entregar un importante mensaje para el senado que corrió un largo trayecto ignorando la espina de su pie hasta que no cumplió su misión. En 1798, Napoleón se apoderó de la estatua y la envió a su museo en París (actualmente el museo del Louvre), donde permaneció hasta 1815.
En la actualidad se cree que el niño de la espina capitolino se creó a partir de dos estatuas que se ensamblaron en el siglo I, un cuerpo helenístico y una cabeza posterior, ya que el pelo en lugar de caer sobre el cuello permanece en la posición que correspondería a una estatua que estuviera de pie. Las demás estatuas se creen derivadas de esta primera.
Como la semana pasada no hubo entrada, pues hoy nos hemos extendido un poco. Nos vemos la próxima semana!!!!
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